Hoy os acabaremos de explicar cómo conseguir domar vuestro rebelde pelo.
Una vez lavado, desenredado y con el acondicionador sin aclarado puesto, ahora toca secar. Lo mejor es hacerlo con un secador que tenga aire frío, para así dañar menos el pelo.
Cuando sequéis el pelo, intentad que la parte más cercada al cuero cabelludo quede lo más pegada a la cabeza posible. Para secar las puntas coged mechones de cabello y enrolladlos en un cepillo cilíndrico ancho, como el que utilizan en las peluquerías. Secad todo el pelo de esta manera y no os preocupéis si no os queda perfecto, esta fase es solo para secar el pelo.
Una vez seco, podréis utilizar la plancha para terminar de alisar y dar un acabado profesional. Dividid el pelo en mechones e id alisándolos poco a poco con la plancha. ¡Listo, ya tenéis el pelo domado!
Ahora para mantener el alisado y que no se estropee todo al ir a dormir, apuntaos estos consejos. Recogeos el pelo en una coleta alta y haceos un moño, así no se os bufará el pelo durante el sueño. Al día siguiente, cuando lo soltéis, solo tendréis que quitar la forma de la coleta con la plancha.
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