Morder las uñas es una costumbre super fea y que puede provocar problemas de salud.
A lo largo del día tocamos multitud de objetos que están llenos de bacterias (teclados, barandillas, pupitres...) y si nos mordemos las uñas, todas esas bacterias nos las comemos y podemos ponernos malas (gripes, constipados, heridas en la boca, problemas digestivos...).
Morder las uñas también es un problemas estético: los dedos quedan feísimos sin uñas y en el futuro esta mala costumbre puede impedirnos acceder a trabajos que requieran estar de cara al público.
¿Cómo remediar esto? Lo primero, pensad en vuestra salud y en lo bonitas que tendrías las uñas si no os las mordierais. Segundo, ponedle remedio al vicio siguiendo estos consejos.
Cada vez que os entren ganas de morderos las uñas, meteos un chicle en la boca. También podéis evitar el vicio colocando tiritas en los dedos, os recordarán que vais a hacer algo malo.
En las farmacias venden esmaltes amargos que os recordarán -de manera desagradable- que no debéis morderos las uñas.
Y un método bastante eficaz, aunque un poco caro, es llevar uñas de porcelana. Se llevan durante un mes, son super bonitas e imposibles de morder. Además, cuando os las quitéis, vuestras uñas naturales habrán crecido y el vicio se habrá ido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario